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Los resultados de los comicios representan un avance histórico en la garantía de los derechos políticos de la población afrodescendiente.

Las elecciones del 2022 marcan un hito en lo que refiere a la representación política de la población afrodescendiente en Colombia.

Aunque la nación con equidad racial soñada por el cimarrón Benkos Biohó aún está lejos de volverse realidad, la elección de la palenquera, Cha Dorina, como representante a la Cámara por Bolívar, y la posible llegada a la vicepresidencia de figuras como Francia Márquez, Luis Alberto Murillo, Sandra de las Lajas o Ceferino Mosquera, significa un avance histórico en lo que refiere a la garantía de los derechos políticos de la población afrodescendiente.

La elección de por lo menos diecisiete congresistas afro en los comicios del pasado 13 de marzo también evidencia ciertos vientos de cambio. A pesar de que la cifra condensa sólo  el 5,7 por ciento de los 296 miembros del legislativo, cabe destacar que entre los nuevos senadores y representantes a la Cámara se encuentran varias personalidades reconocidas por su lucha por la reivindicación de los derechos culturales y territoriales de las comunidades negras y el reconocimiento de las víctimas del conflicto armado en el país.

En diálogo con el Espectador, la lideresa Cha Dorina afirmó que el arribo del pueblo palenquero a estos espacios de poder permitirá “continuar luchando por la dignidad y la libertad” siguiendo los preceptos de la ética Ubuntú: “Yo soy en tanto el otro también existe; por lo tanto, tenemos que trabajar por unas condiciones de vida colectivas que no abandonen los aspectos particulares y personales”, comentó.

El fenómeno de Francia Marquez tampoco tiene precedentes en la historia política del país. La defensora del medio ambiente y activista, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, obtuvo la segunda votación más alta de la consulta interpatidista del Pacto Histórico (783.160 votos) y, de la mano del movimiento Soy Porque Somos, introdujo en la conversación nacional temas como la agenda medioambiental, la lucha contra el racismo y la discriminación, y la necesidad urgente de la participación de las comunidades en la toma de decisiones sobre su propio destino.

En palabras de la activista Angela Davis, el reconocimiento del liderazgo de mujeres afro como Márquez puede llegar a significar transformaciones sustanciales porque “cuando las mujeres negras avanzan, el mundo avanza con ellas”. En conversación con la ganadora del premio Goldman Sachs (2018), la académica y escritora estadounidense afirmó que este momento político puede “llevar a una dirección histórica” que “nos puede salvar a todas” porque “como mujeres negras siempre hemos luchado por el resto de las personas”.

Pero el balance de los comicios dista de ser enteramente positivo. La polémica por los posibles ganadores de las dos curules de circunscripción afro desempolvó el viejo debate sobre la necesidad de ampliar los requisitos para acceder a estos cargos de representación étnica. Por ahora, y a falta de la certificación de los resultados por parte de la Registraduría, cantan victoria Ana Monsalve, de Malambo (Atlántico) y hermana del actual alcalde de ese municipio (ambos auto declarados como indígenas ante el Ministerio del Interior); y Lina Martinez, de Buenaventura (Valle del Cauca) e hija de Juan Carlos Martinez, ex senador condenado en 2011 por la Corte Suprema de Justicia por sus vínculos con la parapolítica.

Cabe recordar que las curules afro son una medida constitucional de acción afirmativa que busca garantizar la representación y participación de personas afrodescendientes en el Congreso ante la exclusión histórica de la que hemos sido víctimas en estos espacios de discusión nacional. En este sentido, la ocupación de los escaños por parte de personas con intereses opuestos a los de los procesos colectivos de resistencia política y social de la población afrodescendiente representa un retroceso democrático para el país.

Finalmente, celebramos la participación en estas elecciones de mujeres como la defensora de Derechos Humanos, Yolanda Perea, la periodista, Mabel Lara, y la medallista olímpica, Caterine Ibarguen. Sus candidaturas, además de generar esperanza en miles de afrodescendientes, promovieron una visión política con perspectiva territorial, feminista y étnico racial, indispensable para la construcción de una Colombia con equidad racial.